Con la nueva temporada estival a la vuelta de la esquina, el turismo interno y de cercanía se presenta como una oportunidad imperdible para quienes buscan explorar la magia infinita de la provincia.
Para muchos neuquinos, la provincia se convirtió en un hogar, un lugar para construir una vida, pero aún queda un vasto mundo por descubrir más allá de la rutina diaria. Este verano, la invitación es clara: es tiempo de conocer Neuquén, una tierra de paisajes diversos y experiencias inolvidables.
La temporada estival en Neuquén traerá consigo una explosión de vida y color. Los ríos, lagos y espejos de agua recobran protagonismo, mientras el aire se impregna de aromas frescos que invitan a la aventura: Desde la observación de aves hasta el trekking, el rafting o el kayak, hay múltiples opciones para quienes quieran disfrutar del contacto directo con la naturaleza. Mountain bike, excursiones náuticas, flotadas y montañismo, todo en paisajes de una belleza inigualable.
Neuquén invita a sus habitantes a visitar y disfrutar de su riqueza turística. En este sentido, el gobierno de la provincia se encuentra diagramando un programa destinado a fomentar el turismo interno, invitando a los neuquinos a elegir su propia provincia como destino de vacaciones.
El proyecto se trabaja en coordinación entre el sector privado y el Banco Provincia de Neuquén (BPN), y busca incentivar a los habitantes locales a disfrutar de los múltiples atractivos de Neuquén. Habrá facilidades para el acceso a las diversas ofertas turísticas, con el fin de promover los paseos y escapadas en la provincia por parte de sus propios residentes y brindando opciones accesibles para todos.
El norte neuquino es una joya oculta para muchos. Con su rica historia y tradiciones ancestrales, invita a descubrir lugares como el sitio arqueológico Colomichicó o las Áreas Naturales Protegidas del Trómen, el volcán Domuyo y las Lagunas de Epulauquen. Este rincón combina la tranquilidad de sus pueblos con la aventura de sus paisajes, ofreciendo desde excursiones hasta relajantes estadías en las hosterías de Huinganco, Andacollo, Las Ovejas y Los Miches.
En el corazón de Neuquén, destinos como Villa Pehuenia-Moquehue y Caviahue-Copahue ofrecen una mezcla perfecta de naturaleza, aventura y relax. Los extensos bosques de pehuenes, las playas de arenas claras y las aguas cristalinas de sus lagos son ideales para caminatas, paseos en bicicleta o simplemente disfrutar de una gastronomía que refleja lo mejor de la región. Desde la pesca deportiva en los lagos y ríos hasta las caminatas por los senderos que rodean el volcán Copahue, que brinda la posibilidad de disfrutar de sus termas, rotuladas como una de las más completas del mundo en términos mineromedicinales.
Para quienes prefieren la ruta, el emblemático recorrido de los 7 Lagos entre San Martín de los Andes y Villa La Angostura ofrece panorámicas que cortan el aliento. Cada parada revela una nueva maravilla: lagos cristalinos, bosques milenarios y miradores que se funden con el cielo. Las excursiones al Bosque de Arrayanes, el Cerro Bayo o el Lago Traful son solo algunas de las opciones para quienes quieran sumergirse en la majestuosidad del Parque Nacional Nahuel Huapi.
La oferta es tan vasta como atractiva. En la Región Confluencia brillan productos como el agroturismo y el enoturismo. La capital de la provincia y sus alrededores ofrecen escapadas donde el turismo rural y las bodegas de San Patricio del Chañar se combinan para crear una experiencia única. Aquí, la cosecha de frutas, la producción de vinos de alta gama y la degustación de exquisitos platos regionales se entrelazan con paisajes de la estepa que invitan a la contemplación y el disfrute a orillas de los increíbles ríos Limay y Neuquén.
Para los apasionados a la paleontología los museos repartidos por la provincia, desde Plaza Huincul hasta Villa El Chocón, guardan los secretos de algunos de los dinosaurios más grandes descubiertos en Sudamérica, como el Giganotosaurus Carolini y el Argentinosaurus Huinculensis, símbolos de la relevancia paleontológica de la región.