El encuentro se llevará a cabo en la Plaza San Martín, el día 29/10 entre las 10:00 y las 14:00 horas. Entre las actividades a desarrollar, se podrá conocer información, pautas de alarma, y junto a la escuela de enfermería, se tomará la presión y medirá glucosa de manera gratuita.
La actividad consiste en generar conciencia de que “hay que actuar rápido frente a los síntomas”, ya que una hora de demora puede implicar daños irreparables. Llegar a tiempo, diagnosticarlo y tratarlo puede salvar la vida o dejar menor cantidad de secuelas. Es por eso que desde Clínica Chapelco, se hace la invitación a toda la comunidad a participar de esta jornada que se realizará de 10 a 14 horas.
ACV o Stroke o Ictu, significa que una arteria cerebral se ha obstruido de manera súbita, o que, al contrario, se ha derramado sangre proveniente de una arteria, vena o malformación vascular. El 85% de los ACV se producen por obstrucción de una arteria cerebral y se llama isquémico, afecta tanto a hombres como a mujeres.
Estadísticamente a partir de los 60 años aumenta su frecuencia, y a este respecto, debido a la mayor expectativa de vida entre otras muchas causas, se producen cada vez con mayor frecuencia, incluso en menores de 40 años.
En el mundo entero se están desarrollando las Unidades de ACV, que tienen por objeto la rápida recepción del paciente, del diagnóstico e idealmente del tratamiento en el período hiperagudo. Esta posibilidad de tratamiento dentro de un lapso biológicamente apto, se llama período de ventana terapéutica.
Si bien “creemos” por mala transmisión popular de que el ACV no se recupera, en la actualidad hay premisas que se han establecido, tales como:
El ACV se puede prevenir: ¿cómo? Detectando a tiempo y corrigiendo los factores de riesgo modificables, como la hipertensión arterial, diabetes, arritmias, realizar actividad física, abandonar el hábito de fumar.
El ACV es tratable: dentro de las 8 horas de comenzados los síntomas se puede realizar la desobstrucción mecánica de la arteria ocluída. En otros casos , y dentro de las 4 y ½ horas se puede también utilizar una droga por vía endovenosa que produce la disolución del coágulo que obstruye a la arteria.
Los síntomas de alarma para tener siempre presentes son, entre otros:
– Dificultad para hablar
– Pérdida de la visión en un ojo o en ambos
– Pérdida de fuerzas o adormecimiento en la mitad del cuerpo
– Mareos o pérdida del equilibrio
– Cefalea intensa atípica
– Confusión mental
Los síntomas pueden presentarse de manera aislada o todos en conjunto.
Ante la aparición de alguno de ellos, se debe acudir inmediatamente a un Centro de Salud cercano, donde se deben realizar análisis de laboratorio y una tomografía computarizada de cerebro para descartar otras patologías. En caso de tomografía normal, no se descarta el ACV, NO ESTÁ PERMITIDO ESPERAR, se debe avanzar con otros exámenes rápidamente.
El tratamiento realizado a tiempo revierte la situación circulatoria del cerebro, previene que se instalen secuelas, y permite la rápida reinserción del paciente a una calidad de vida normal.
El otro tipo de ACV es el hemorrágico, que se produce por el derrame de sangre en un lugar del cerebro, aleatorio, siendo para ambos tipos, isquémico o hemorrágico, la hipertensión arterial la causa más frecuente.