Caso Lolen: «Solo recibimos chicanas de Parques estos ocho años», dijo el papá de Martina Sepúlveda

Por el hecho, en el juicio están imputados cuatro guardaparques del Parque Nacional Lanín y los dos responsables del camping Lolen. La tragedia ocurrió el 1 de enero de 2016. Esto declararon los primeros testigos.

Esta tarde comenzó el juicio por la tragedia que ocurrió el 1 de enero de 2016 en el camping Lolen, ubicado en San Martín de los Andes. Los guardaparques Matías Iván Encina, Diego Luis Lucca, Juan Ignacio Jones y María Mercedes Hileman son los acusados por la fiscalía federal por la muerte de Matías Mercanti y Martina Sepúlveda. En la primera audiencia del juicio, declararon algunos testigos. «No había pronóstico de viento», aseguraron los padres de ambas víctimas.

Además, son juzgados Milena Úrsula Cheuquepan y Juan Eduardo Delgado Abarzúa, quienes estaban a cargo de la concesión del camping cuando ocurrió la tragedia.

El juicio comenzó este lunes a las 15, en la sede de AMUC, ubicada en avenida Argentina 1637. En primer lugar, se habían establecido 80 testigos, pero para esta instancia, están citadas 30 personas.

Los seis imputados están acusados de haber actuado de manera negligente al no advertir los riesgos que representaba un enorme roble pellín, que estaba con sus raíces descalzadas en el camping habilitado.

Durante la audiencia, Juan Ignacio Jones pidió ampliar su declaratoria y aseguró que «en el momento del hecho no había autoridades en Parques Nacionales porque hacía 20 días había cambiado el gobierno». Con respecto a su labor, sostuvo que «no es mi función revertir un deterioro ambiental natural, solo el impacto negativo producido por el ser humano».

El árbol se desplomó la tarde del 1 de enero de 2016 probablemente por unas ráfagas y mató a Matías Mercanti y Martina Sepúlveda, de 7 y 3 años respectivamente y lesionó de gravedad a su abuela y al padre.

Jones declaró durante la audiencia y se intentó despegar de la responsabilidad: «No tengo nada que ver con camping y prestadores turísticos y mucho menos con la seguridad«. Y planteó que está enfrentando una injusticia por haber sido señalado por la fiscalía provincial.

«No soy un asesino, no hice nada. Soy orgulloso de ser funcionario nacional», planteó.

En el juicio, Federico Mercanti, papá de Matías, fue el primer testigo en ser llamado. Dijo que no había pronóstico de viento el día que ocurrió la tragedia. Relató que estaba a ocho metros de los niños, que en ese momento estaban jugando.

Señaló que nunca vio que haya carteles de precaución en el sitio, y sostuvo que recién se colocaron, tras lo ocurrido en 2016. Narró que se hizo un tatuaje de su hijo en el pecho y que transformó «el dolor en homenaje a mi hijo».

Frente al tribunal usó una imagen gráfica para indicar cómo ocurrió todo de manera rápida. «El árbol se cayó en el mismo tiempo que cae esta lapicera» y dejó caer frente a todos una birome.

El abogado de Jones le preguntó si le pareció que estar debajo de un árbol era un lugar adecuado para que permanecieran sus hijos. Federico Mercanti le respondió que estaba en un lugar concesionado y habilitado, y eso le daba seguridad. También fue consultado si vio que el árbol estaba en estado de pudrición, a lo que contestó que eso «lo hacen los guardaparques».

También declaró Lucas Sepúlveda, papá de Martina. Contó que es nacido y criado en San Martín de los Andes. «Fuimos con la familia a compartir un día de playa y volvimos con mi hija en un cajón«, lamentó durante el juicio.

«Se escuchó un griterío como una película de terror», describió sobre el momento de la tragedia.

Manifestó que nunca tuvieron contención ni se solidarizaron de Parques Nacionales. «Solo recibimos chicanas en estos ocho años», aseguró.

Después, el tribunal convocó a Soledad Di Lello, mamá de Martina y una de las personas que resultó herida con la caída del árbol. Brindó algunas precisiones de cómo fue ese día del 1 de enero de 2016. Enfatizó que no había viento, si no más bien calor y sol. «Fuimos a pasar el día con la familia. Toda la familia la miraba a Martina que estaba abajo de un árbol con sombra», dijo.

Añadió en su declaración, que cuando escuchó el estruendo salió a buscar a sus hijos. «Pensé que mi hija iba a salir con una costilla rota, no aplastada. Mi vida cambió», expresó.

Y agregó: «Siento que mi vida se fue con ella. Me cuesta vivir», declaró pero marcó que «hay que remontar porque tengo dos hijos más, no tienen la culpa».

La jornada culminó con la declaración del comisario a cargo del desalojo del camping y de un vecino de San Martín de los Andes.

Desde la fiscalía apuntan que el accionar negligente de los cuatro guardaparques y los dos titulares de la concesión causó la muerte de los niños. A partir de esta teoría, están acusados de homicidio culposo agravado por el número de víctimas y de lesiones graves culposas. A los guardaparques les atribuyó, además, el incumplimiento de los deberes de funcionario público. Las penas para este tipo de delitos establecen entre uno y cinco años de prisión.

El tribunal oral federal de Neuquén, que juzgará a los imputados, está integrado por los jueces Pablo Diaz Lacava, Alejandro Cabral y María Paula Marisi.

Según adelantaron, la instancia judicial se desarrollaría en cuatro jornadas. En simultaneo al debate, guardaparques del país y gremios anunciaron medidas de fuerza. Para el jueves harán un paro en “casi todos los parques del país”.

Lucas Sepúlveda, padre de Martina,  dialogó con «Arranquemos», por RÍO NEGRO RADIO, y planteó que que «después de casi ocho años pudimos llegar a juicio».

«Ni siquiera fueron capaces de solidarizarse», aseguró Sepúlveda.

El padre la niña explicó que en el juicio pedirán más control en el parque. «Nosotros pedimos control, debería existir cartelería advirtiendo ciertas cosas o situaciones porque es un camping, no un lugar agreste, entonces ingresa mucha más gente» remarcó.

Fuente: Diario Río Negro

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