La denuncia fue presentada por una vecina en el Concejo Deliberante y en la Defensoría del Pueblo.
La vecina domiciliada en Chacra 32, relató a este diario que realizó la denuncia, luego de que en varias oportunidades le solicitó al concejal «dejar de generar ruidos molestos en horarios de descanso». Ante la negativa del concejal y la carga de estrés que generaban dichos ruidos, tomó la decisión de realizar la denuncia.
El concejal en cuestión, «hace años se dedica a la realización de muebles, por lo que los ruidos molestos, se generan al hacer uso de la amoladora de forma permanente y de los ruidos constantes de la labor de carpintería» relató la denunciante.
Todo comenzó en pandemia
Según consta en la denuncia «en pandemia mi vecino comenzó a fabricar muebles de hierro en su patio, que después su esposa ofrece por las redes sociales. Tal actividad, generaba el ruido de una amoladora durante casi todo el día, a escasos 3 m de mi casa, con las molestias que esto ocasionaba. Yo soy docente, y en el marco de las resoluciones emanadas por el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Provincial de Educación, debía cumplir la totalidad de mi carga horaria dando clases virtuales, el sonido de la mencionada herramienta me dificultaba escuchar a mis alumnos, se metía por el micrófono de la computadora, dificultando también a ellos escucharme, sin contar que los días que hacía calor, debía permanecer en casa con las ventanas cerradas, porque el ruido hacía imposible mi labor. Sin embargo, teniendo en cuenta la difícil situación que todos estábamos atravesando, no me quejé, entendiendo que el equilibrio emocional de todos estaba en riesgo, y si eso le hacía bien, podía tolerarse, sabiendo que el cobraba su sueldo de Concejal y no necesitaba recurrir a una actividad que le generara ingresos para vivir, supuse que no se extendería indefinidamente. Consideración que no tuvo la reciprocidad esperada, ya que el jamás consulto sobre las molestias que ocasionaba su accionar. Pese a que según la ORDENANZA 1351/93 solo puede usarse maquinaria que genere ruidos en obras habilitadas o galpones debidamente insonorizados, y en pos de una buena convivencia de vecinos, solo le solicitamos en reiteradas ocasiones cesara el ruido en las horas de descanso, esperando notara que el ruido generado afectaba la calidad de vida de mi familia. Paso el aislamiento, y la situación continuó hasta el día de hoy. Yo tomo el colectivo para ir a mi trabajo a las 6,50 y nunca regreso antes de las 17hs. Después de tantas horas fuera de casa, solo ansío llegar a descansar, lamentablemente, llego a escuchar el ruido de la amoladora del Señor en cuestión, que traspasa paredes» indicó en la denuncia la vecina.
cruce de palabras
Si bien relataron a este diario los vecinos que viven a escasos metros del concejal, en varias oportunidades se le pidió que no generará ruidos en horas de descanso, pedidos que solo llevaron a fuertes cruces de palabras e incluso amenazas «en una oportunidad mi esposo salió a las 11 de la mañana a cortar el césped y el concejal salió al cruce exigiendo que no se haga ruido con la cortadora de césped, a lo que mi esposo le notificó que siendo las 11 de la mañana, no incurría en ilegalidad alguna ni contraveción porque a esa hora no había ninguna ordenanza municipal que se lo impidiera».
Si bien la denuncia fue tratada en el Concejo como «una cuestión de vecinos» dentro del mismo escrito presentado al cuerpo del Honorable Concejo Deliberante, resalta algo que no puede ser pasado por alto «el concejal no cuenta con la licencia comercial estipulada por leyes y ordenanzas vigentes, constituyendo por tanto, una actividad ilegal, agravada por su investidura de Concejal. El mencionado cese deberá mantenerse hasta tanto solicite y obtenga la licencia comercial correspondiente» indica la denuncia.
Este diario intentó hablar con el concejal denunciado, pero sólo hubo silencio «hasta tanto no avance el caso dentro del Deliberante local» el concejal indicó que no emitirá opinión al respecto.
Que opinaron los otros bloques sobre la denuncia
Al momento de mencionar el hecho, el Concejal Sergio Winkelman indicó que se «trataba de un conflicto entre vecinos» obviamente sólo observó la denuncia en la descripción de ruidos molestos, por lo que como indica la denuncia no analizó ni se detuvo en que el concejal estaría realizando «una actividad ilegal, agravada por su investidura de Concejal» tal como indica el escrito de la denunciante.
Por otro lado, el Concejal Santiago Fernández no pasó por alto lo que allí indicaba el escrito y manifestó a este diario que «la denuncia es grave, hay que analizarla. Nos opusimos a la visión de los otros bloques de que se trataba de ‘un tema entre privados y pedimos un dictamen de la asesoría legal».
Si bien estos hechos y/o denuncias no logran hacerse vox populi, recordamos en otras gestiones, concejales que fueron denunciados por cometer contravenciones, y yéndonos a la última gestión, el concejal mandato cumplido Toto Manson fue «castigado» con un mes de retención de sus haberes y repintar un muro en el que había grafiteado.
Sólo nos resta esperar a ver que resuelve el cuerpo de concejales, si habrá algún tipo de sanción en caso de corroborarse que el concejal realiza una actividad sin licencia comercial, o bien si sólo se trata de una contraveción que se resuelva desde la Defensoría del Pueblo, que ya es parte del conflicto «entre el concejal, los vecinos y la actividad ilegal que estaría ejerciendo».