Educadores hicieron un balance del primer Encuentro Provincial de Docentes Rurales. Destacaron la incorporación de nuevas herramientas para la educación.
La inmensidad del territorio neuquino quedó en evidencia durante el primer encuentro provincial de docentes rurales, que convocó a más de mil personas dedicadas al noble oficio de enseñar lejos de las comodidades de las grandes ciudades y en aulas que, en muchos casos, reúnen a estudiantes de diversas edades y trayectorias en torno a un mismo maestro. El espacio sirvió para incorporar nuevas herramientas y perspectivas para la enseñanza.
La escolaridad rural se puede dimensionar en los datos que aporta el Consejo Provincial de Educación (CPE). Actualmente hay más de 11.000 estudiantes y más de 1.000 docentes, de todos los niveles, que se distribuyen en las 144 escuelas primarias rurales, en las que también se incluyen salas de nivel inicial; y seis Escuelas Secundarias Situadas en Contexto de Ruralidad (ESeSiR).
“Lo que más se diferencia entre la escuela urbana y rural, es la compañía de la familia hacia esa comunidad educativa; hay un trabajo en conjunto con la escuela rural que con el tiempo en las escuelas de las ciudades se ha ido disipando, por las distancias, y los tiempos diversos”, remarcó Virginia Cabrera, docente en el jardín Nº 70 de Añelo. Se refirió al impacto que tuvieron las jornadas, ya que este tipo de espacios ofrece nuevas perspectivas y herramientas.
Citó la exposición del reconocido docente uruguayo Limber Elbio Santos Casaña, y explicó que la escuela rural “trabaja como un todo normalmente, en cambio en la ciudad es diferente, pero en términos generales trabajamos con la multipropuesta y concordamos con Santos Casaña quien afirma que también hay que empezar a trabajarlo en el nivel primario; cómo empezar a trabajar en el aula en equipos, poder generar diferentes espacios de aprendizaje que tiene que ver con un solo tema, contenido o proyecto”.
“Durante la segunda jornada, la propuesta fue muy potenciada porque tenía muchos espacios y así como hay niños diversos, hay docentes diversos y que se interesan por diferentes cosas”, acotó. “En todas las mesas de trabajo, hablaban acerca de la necesidad del docente que se haga parte de la enseñanza de lo nuevo, que habla de las inteligencias artificiales y de lo importante de tenerlas presente y de empezar a trabajarlas porque como decían varios expositores, si no lo hace el docente, al alumno no va a llegar la información y la enseñanza positiva de todo esto, porque tiene un buen uso y un mal uso”, opinó.
María de los Ángeles Córdoba, es docente de la escuela primaria Nº 111 de Villa Traful, y secretaria en CPEM 91, resaltó la generación de este tipo de espacios: “Un aspecto que destaco es el de encontrarnos con otros maestros y compartir otras vivencias, porque muchas veces nos centramos en la crítica respecto a las capacitaciones, y formar parte del encuentro, valió la pena”.
Cecilia Liberatore, trabaja actualmente en el jardín Nº 52 de Añelo, y destacó que el encuentro fue una experiencia que “nunca había vivido, así que fue algo muy lindo y ojalá se siga haciendo”. Resaltó que las jornadas permitieron incorporar propuestas “muy innovadoras” y agregó que “le tenemos miedo a los cambios y cuesta mucho más en el interior, pero fue para llevarnos cosas nuevas, fue un encuentro muy fructífero, dinámico y entretenido”.
Claudia Bertoni, docente del CPEM 98 de Los Catutos, aseguró que “el encuentro nos sirvió para abrir las mentes, para pensar las instituciones de otra forma; uno puede tener los mejores músicos, pero solamente el director de orquesta sabe bien la partitura”. Profundizó que “las escuelas secundarias rurales tenemos muchísimo por aprender incluso desde la forma en que nos paramos en el aula”.
Aseguró que las jornadas “nos dejaron muchos conceptos motivadores, cada uno fue disparador, como por ejemplo lo de enseñar con ejemplos, con juegos, y a través del juego, del teatro”.
Sobre las exposiciones
Las jornadas se realizaron en el estadio Ruca Che y en el espacio DUAM de Neuquén capital. En el primer encuentro expuso el reconocido investigador en historia de la educación y la pedagogía rural, Limber Elbio Santos Casaña.
En el espacio DUAM, en tanto, se realizó «Spark, encuentro de ciencia, arte y tecnología». Se trata de un espacio organizado por la Fundación Bunge y Born en colaboración con la Fundación Perez Companc. Esta propuesta, intenta difundir entre los docentes de áreas rurales nuevas maneras creativas de abordar los aprendizajes dentro del aula en tiempos modernos.
La educación neuquina, en clave federal
Al hacer un balance sobre el primer encuentro de docentes rurales, la ministra de Educación, Soledad Martínez, consideró importante que pudieran realizarlo “porque en Neuquén la ruralidad tiene una tradición que tiene mucho para aportarle a la discusión del modelo de educación rural en el país”. Además, destacó el espacio generado que “sirve para pensar, con un sentido profundamente federal, qué es lo que tiene que pasar en la ruralidad de la provincia”, dijo.
También destacó una de las primeras acciones del gobernador Rolando Figueroa, la cual fue implementar el Plan Provincial Redistribuir Oportunidades, Becas Gregorio Álvarez, que está destinado a garantizar la equidad educativa y la capacitación laboral a nivel territorial. Esta política pública se apuntala en el plan de regionalización y tiene por objetivo fortalecer la educación para dar mayores posibilidades de estudios a los sectores más vulnerables de la población.