El FAB-LAB impulsa tres proyectos innovadores en Villa La Angostura

Cuenta para ello el acompañamiento de ANIDE y a través del programa de Vinculadores Territoriales en el que participa la Fundación Saber Cómo del INTI. La intención es brindar respuestas a necesidades locales en materia de producción y emprendedurismo, así como también ampliar el Espacio FAB-LAB para llegar a más personas en la localidad.

El FAB-LAB de Villa La Angostura trabaja con la Agencia Neuquina de Innovación para el Desarrollo (ANIDE) en tres proyectos orientados a ampliar las capacidades del espacio para llegar a más emprendedores, automatizar procesos de ahumados para fortalecer esa industria a nivel local y generar un fondo de capital semilla para impulsar diversos proyectos a través de ese financiamiento.

El FAB-LAB es un espacio municipal abierto, libre y gratuito para la comunidad de Villa La Angostura en donde los vecinos pueden acceder sin costo a medios de producción digital –como impresoras 3D, impresoras de resina, máquinas de corte láser, routers y equipos de electrónica- para poder desarrollar sus proyectos.

Impulsa, además, el emprendedurismo tanto digital como de cualquier tipo ya que no acota sus instalaciones al uso exclusivo de programadores e informáticos, sino que admite a otros emprendedores como artesanos o productores interesados en usar los medios de producción disponibles en este espacio para mejorar sus procesos.

Ricardo López Arambarri se desempeña como coordinador del Espacio FAB-LAB -que depende del Municipio de Villa La Angostura- y es, además, vinculador territorial por lo que está en contacto con ANIDE. Con el equipo de la agencia provincial trabaja en diversas propuestas de impacto local, orientadas a la formación en tecnologías digitales y promoción de la economía del conocimiento.

El programa Vinculadores Territoriales que lleva a cabo ANIDE en la Provincia busca formar personas capaces de identificar oportunidades de mejora y acompañar a los integrantes del sistema socio-productivo local (empresas, cooperativas, emprendimientos, productores y productoras locales) en procesos de innovación con el propósito de mejorar la competitividad y el crecimiento económico dentro del territorio.

Los tres proyectos para el desarrollo local que forman parte de este programa y tienen como epicentro el FAB-LAB están siendo abordados de manera conjunta entre ANIDE y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Uno de ellos tiene como objetivo ampliar las capacidades del Espacio, para incrementar la asistencia a los emprendedores que interactúan allí, a partir de la incorporación de profesionales con expertise en diferentes temáticas. La intención, según explicó el coordinador, es adquirir más equipamiento e insumos para poner a disposición de los emprendedores locales, financiar parte de los recursos humanos y sobre todo ampliar el horario ya que hasta ahora funciona durante cuatro horas al día.

Otra de las iniciativas presentadas es para automatizar procesos de ahumados en la industria local. Surgió a partir de una demanda de la firma Humos de la Patagonia, un ahumadero que trabaja en una certificación para poder exportar. Para ello, el FAB-LAB trabaja con emprendedores que poseen conocimientos en el tema para generar un sistema de automatización del proceso en la cocción de los productos alimenticios que se comercializan.

López Arambarri destaca la importancia de esta segunda iniciativa al decir que “la empresa puede aplicar a este financiamiento para el desarrollo de una máquina de ahumado a bajas temperaturas, que no existe y permite ahumar mariscos, ampliar su oferta y entrar a un nuevo mercado para exportar, más allá de poder seguir comercializando en el país”.

“Lo bueno de esto –continuó – es que la empresa aplica el financiamiento, el FAB-LAB hace el soporte, apoyo, garantía del seguimiento técnico y viabilidad técnica del proyecto y, a su vez, los emprendedores pueden aplicar sus conocimientos en un proyecto productivo real”.

El tercer proyecto en el que trabajan se relaciona con la economía circular y consiste en generar un fondo de capital semilla que les permita a los emprendedores acceder a financiamiento para impulsar sus proyectos. Al respecto, el coordinador explicó que “hay una problemática grande en la localidad: al emprendedor que no es PyME le resulta difícil acceder a financiamiento, más allá de que tenga ideas interesantes y viables, dentro del marco de la economía del conocimiento. Simplemente la limitación de la personería jurídica o de los años que hace que está en el mercado, no le permiten acceder”.

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